La premisa de nuestros clientes era transformar una habitación de su hogar en un espacio con el lujo y la comodidad de un hotel, incluyendo el vestidor más grande posible. Para lograrlo, unimos dos habitaciones al derribar una pared, creando una sola estancia que cuenta con un sector de escritorio y un amplio vestidor de 13 metros lineales. Los tonos sobrios en grises visón, blancos y madera, combinados con líneas puras y nítidas, crean el ambiente hotelero soñado por nuestros clientes.